Por qué levanto la cámara
No me mueve, mi tierra, para amarte, esa soja que guardás ahí escondida.
Me mueve tu gente, me mueven tus selvas, tus lagos, tus bosques.
Me mueven tus bichos.
Me mueve el yacaré, con su piel rugosa y verde, que se calienta al sol, mostrando sus colmillos.
Me mueve el carancho, denostado y maltratado.
Me mueve el soberbio cóndor, que muestra lo alto que pueden volar el negro y el blanco cuando están juntos.
Me mueve Sandro Llampa, me mueve Caro Lamas, me mueve Pedro Biott.
Me mueve el yaguareté Guacurarí, que cayó herido de muerte ante el escopetazo de un furtivo.
Me mueve el aguará guazú, con sus patas largas y su crin al viento.
Me mueve la vicuña, que desafía las alturas de la puna con su suave lana amarillenta.
Me mueve la ballena franca, me mueve el torpe y pendenciero elefante marino.
Me mueve el pingüino de Magallanes, y el de penacho amarillo.
Me mueve la garza mora, la espátula rosada y el enorme jabirú.
Me mueven nuestros pantanos, nuestros glaciares, nuestros desiertos, nuestra turba.
Me mueve esta tierra de contrastes, hermosa tierra de contrastes.
Me mueve la Argentina. Y en ella me mueve el mundo.
El mundo tal como se creó, seguramente más sencillo que el de hoy.
A ese mundo salgo a buscar.
Nota: La de la foto es Caro Lamas, miembro de la comunidad aborigen de Hornaditas. La ternura personificada en esta chiquita de siete años.
Juan Martín: De más está decir que me encantó. Tu talento es increíble!!
ResponderEliminarXOXO
Mery
Gracias Mery, me alegra mucho que te haya gustado. Beso grande para vos
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